Corrido, videos y fotos de Pancho Villa
La Revolución Mexicana: imagen, sonido y movimiento
Escrito por Eduardo Sigler Islas
Domingo, 21 de Junio de 2009 00:00
¿Habrá sido la Revolución Mexicana el movimiento social más fotografiado de principios del siglo XX? Esta pregunta y diversas respuestas fueron parte de la discusión que se dio entre los ponentes y el público asistente a las jornadas del Segundo Encuentro Regional de Fototecas. De hecho, en el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y principios del XX, dos aspectos fundamentales para la historia suceden paralelamente, por una parte el mundo vive grandes movimientos sociales que modificarían el escenario mundial como la Revolución Mexicana, la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial; por otra parte la revolución tecnológica e industrial que aportó maravillas, como las grabaciones sonoras, el cinematógrafo, el teléfono, el automóvil y la fotografía.Estas tecnologías registraron por primera vez, el dolor y el heroísmo, a los grandes caudillos y a las multitudes anónimas, sirviendo como instrumento de información y también de propaganda. Con el tiempo estos materiales pasaron a formar parte de archivos que nos ayudan a entender los hechos y darnos no sólo una explicación de los mismos sino también los gestos, las voces y el movimiento de aquellos actores del pasado que hoy podemos recrear en el presente y que, por lo tanto, son acervos que se constituyen en patrimonio cultural; como sucedió cuando escuchamos en este foro la voz de Porfirio Díaz leyendo una carta de agradecimiento para Tomás Alva Edison por haber inventado el fonógrafo. La Revolución Mexicana: imagen, sonido y movimiento fue el tema central al que nos convocó en el 2º Encuentro Regional de Fototecas celebrado en ex convento de la Natividad en Tepoztlán los pasados 11 y 12 de junio.
Este foro fue organizado por el Centro INAH Morelos en el contexto de las actividades previas a las celebraciones por el bicentenario y centenario de la Independencia y la Revolución. Y el título viene a propósito de que en esta ocasión no solamente se trataron temas relacionados a la imagen fotográfica, su investigación, interpretación y análisis, sino que también se organizó una mesa dedicada a los archivos sonoros y otra a los archivos fílmicos, con lo cual pudimos contar con una visión más amplia y rica de los documentos históricos que los expositores presentaron.La conferencia magistral estuvo a cargo del historiador John Mraz quien analizó la imagen que se construyó de la Revolución Mexicana a partir de las películas que el cine mexicano ha hecho a lo largo de la historia, destacando aquellas en las que participaron “el indio” Fernández y Gabriel Figueroa y la creación de una estética que definiría el quehacer cinematográfico aunque no estuviera apegada a los hechos históricos.
El historiador Daniel Escorza nos planteó que desde los inicios del siglo XX, la cámara -tanto de cine como fotográfica- fue un actor fundamental que permitió el registro visual de eventos, personas y edificaciones. Las fiestas del centenario de la Independencia, en 1910, aceleraron el proceso y con mayor razón, a partir de 1911, con el estallido de la violencia revolucionaria en el norte del país se desplegó una enorme cantidad de fotógrafos y cinefotógrafos. En esta presentación se planteó un esbozo general de las cámaras fotográficas que los fotoperiodistas utilizaron, muchas veces en consonancia con las cámaras de cine que se fueron desplegando. Por su parte, la antropóloga Maria Esther Montanaro habló de la poco documentada presencia de los indígenas raramuris (tarahumaras) durante los hechos revolucionarios en Chihuahua y cómo algunas fotografías encontradas por ella pueden demostrar su participación, posiblemente como mensajeros.En la mesa redonda con el tema de los archivos sonoros participaron Francisco López, de la UAEM, quien planteó la importancia de la conservación y catalogación de los archivos sonoros para que posteriormente puedan ser utilizados como fuente de consulta.
El doctor Antonio Avitia, por su parte nos presentó parte de sus investigaciones en la recuperación de las hojas impresas donde los corridos revolucionarios eran difundidos como texto y música, en donde el dato curioso es muchas veces las indicaciones decían que tal pieza se tenía tocar con la música de otra, debido a que la estructura de los versos era similar. Carlos Barreto, director del Museo de Oriente en Cuautla, hizo una revisión de los corridistas morelenses, sus maneras de interpretar -los pudimos escuchar a todos- y cuál en su opinión debe ser el canon del corrido.
Finalmente, el maestro Enrique Jiménez nos expuso su trabajo de investigación en torno a los archivos de Raúl Hellmer, como un estudio de caso donde la investigación musical (mediante el trabajo de campo) ha permitido la generación de documentos históricos, entre ellos la fotografía y los fonogramas. Mediante el registro puntual y adecuado de las manifestaciones musicales y culturales, los estudiosos han coadyuvado en la generación de archivos, colecciones y fondos (patrimonio y memoria de nuestro país), actualmente bajo resguardo de fototecas y fonotecas. El estallido de la Revolución Mexicana interrumpió el desarrollo del folklore como ciencia, sin embargo después de la pacificación del país se fue desarrollando un proyecto cultural oficial basado en un nacionalismo donde las manifestaciones folklóricas cobraron gran importancia debido a la exaltación hacia lo propio.Posteriormente se inauguró la exposición fotográfica “Los pueblos de Morelos y la Revolución Mexicana”, curada por Arturo Valencia, investigador del Sistema Nacional de Fototecas. Dicha exposición fue preparada especialmente para este encuentro y se compone 42 impresiones en plata/gelatina, las cuales permanecerán en el exconvento de Tepoztlán durante un mes y posteriormente se presentarán en otros espacios culturales.La segunda jornada del encuentro comenzó con una conferencia del periodista y director de La Jornada Morelos, León García Soler, quien reflexionó acerca del centenario de la Revolución Mexicana, las condiciones que dieron su origen y las comparó con las de los momentos que vive nuestro país hoy en día y la importancia de las fototecas para resguardar esa memoria.A continuación siguió la mesa redonda titulada “La fotografía como medio para interpretar el pasado”, en la que participó el doctor Jesús Nieto Sotelo, director de extensión universitaria de la UAEM y cuya ponencia fue: “La imagen de la Revolución Mexicana en Morelos y el fondo Gildardo Magaña; el licenciado José Antonio Rodríguez, editor de la revista Alquimia, habló acerca de las imágenes contenidas en libros a principios del siglo XX, particularmente “México Bárbaro”, de John Kenneth Turner, que muestra ilustraciones de la esclavitud en Yucatán, las cuales fueron negadas por el gobierno porfirista y que, sin embargo, documentan esa cruel realidad de la época. Posteriormente tocó el turno al antropólogo Samuel Villela, quien presentó imágenes pioneras de la batalla de Acapulco en 1911, y se encuentran entre las primeras de la Revolución en el estado de Guerrero. Este panel concluyó con la participación del historiador Edgar Rojano, quien analizó las imágenes hechas en estudios fotográficos en la época revolucionaria.
Finalmente en la mesa redonda “El cine como documento de lo imaginario” participaron el doctor Miguel Ángel Miquel, quien presentó y analizó algunos documentales silentes de la Revolución Mexicana, lo cual hizo posible apreciar algunas imágenes inéditas de esa época. Esas películas filmadas entre 1911 y 1916 por Salvador Toscazo, los hermanos Alva y Jesús H. Abitia, entre otros, fueron utilizadas originalmente como reportajes informativos o como cintas de propaganda de los caudillos, cuyas acciones militares se representaban en pantalla. El maestro Rodolfo Palma hizo por su parte una breve reseña de lo que ha sido la filmografía de la Revolución, ubicando aquellos filmes que adulteraron los contenidos del movimiento social y que, desde su punto de vista, establecieron a “Reed, México Insurgente” como la mejor película filmada sobre el tema. El ciclo lo cerró el maestro Francisco Gaytán, quien nos habló de los trabajos que se realizan en la filmoteca de la UNAM para restaurar diversos documentos fílmicos de la Revolución.En conclusión, en términos académicos el evento cumplió con sus objetivos, dado que encontramos dentro de la diversidad de los temas tratados, un aspecto en común: la importancia que tienen las fotografías, archivos sonoros y películas como documentos que apuntalan nuestra memoria y que nos permiten clarificar y rectificar algunos conceptos que tenemos sobre el fundamental cambio que sufrió nuestro país. También debo reconocer la activa participación del público con preguntas pertinentes y con observaciones agudas que propiciaron el sano debate y que enriquecieron el nivel general del encuentro. También fue posible poner en contacto a los expositores con personas que tienen colecciones o realizan alguna investigación en particular. El Segundo Encuentro Regional de Fototecas fue organizado por el Centro INAH Morelos, con el apoyo del Sistema Nacional de Fototecas y la Coordinación Nacional de Difusión del INAH, además debemos agradecer la generosa colaboración de la Secretaría de Turismo del estado, el Instituto de Cultura, el periódico La Jornada Morelos, la Presidencia Municipal de Tepoztlán. Aprovecho el espacio para agradecer y felicitar a todo el equipo que apoyo la organización del evento, así como al personal y dirección del Museo ex convento de TepoztlánEduardo Sigler Islas es subdirector técnico del Centro INAH Morelos.
Wow no había visto esa foto de Villa, alguien me podría dar mas información de la misma, está genial. De casualidad la tendran en una mayor resolución?
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